Danza de las estrellas

Y entonces, surgió del cielo como un milagro inesperado, una estrella fugaz, tan fugaz como un amor de verano y tan mágico como el mejor acto de ilusionismo del mundo que cruzo el firmamento acompañado por un universo de estrellas tintineantes que recibían tan majestuosa presencia con una orquesta de destellos que parecían miles de diamantes brillando al ocaso.

Aquel suceso cósmico me brindo por unos instantes, un pasaje a una dimensión desconocida, un limbo terrenal que conecto  lo más profundo de mi conciencia con todos mis sueños por realizar. Fue un portal directo a mi alma.

Dicen que cuando estas a punto de morir, vez tu vida entera pasar en imágenes en menos de un segundo. Ese tiempo es el que tarde en darme cuenta del porque me encuentro hoy aquí, viendo cursar en el cielo a ese rayo de luz de infinito curso.

La brisa marina inunda mi sentido del olfato, saturando mi nariz, creando en mi mente un gusto a sal y a mar que parecería que estuviera engulléndolos.

Aquella estrella me motivo a pedir que se cumpla el tan añorado deseo, ese deseo que anhelas cumplir a toda costa sin importar los medios. Aquella estrella, me dio la libertad de soñar en grande. Sueño que palpita a gritos en mi corazón desde el día en que lo imagine.

Cierro los ojos, respiro profundamente, y materializo mi sueño.

Es tangible, maravilloso, sublime y majestuoso, como un atardecer a orillas del mar, como ver nacer al fruto de vientre y tan vívido como la caricia de una manos de seda.

Puedo sentirlo, mis ojos no necesitan abrirse para verlo, no necesito nada más que mi mente y mis ganas de lograr que se cumpla.

Abro los ojos y vuelvo a mi apacible presente, escuchando como arrullan las olas del mar a la costa que siempre está en movimiento, despierta y bohemia.

Sigo pensando en mi sueño, lo siento dentro de mí ser y creo que este está próximo a llegar.

No necesito de estrellas que recorren el universo para recordar mi sueño, solo necesito mis ganas de seguir por lo que quiero lograr. 

Pero no puedo negar, que aquel acontecimiento… es lo más hermoso que me sucedió esta noche.

Por eso, esta noche, es la noche de la danza de las estrellas.