Gigante Azul
En uno de los incontables paseos nocturnos por el malecón miraflorino a los cuales acudo habitualmente para ordenar y equilibrar mis pensamientos , justo el día de hoy, siento una indomable atracción por el mar, longevo habitante de este mundo inconsistente,poseedor de incalculables tesoros apropiados por puro placer, otros, ofrecidos a pura voluntad para invocar cuidado, piedad y demás peticiones humanas. Hoy, me cautiva su arrullo, me transporta a un mundo paralelo aquel susurro que solo yo puedo descifrar, que me excita la mente, que alborota mi pensamiento de una manera indescriptible y me llama cual sirena, que seducía a los marineros sedientos de placer y lujuria, cautivados por tan maravillosa voz, para ser luego preso de su poder destructivo. Hoy el mar me llama, hoy el mar solicita mi presencia, y yo, sediento de experiencias que amplíen mis horizontes, acudo a su llamado, pero no de forma física, sino, de una manera espiritual, algo extra físico. Quizá me ...